Isabel Belaustegui

MEDICINA INTEGRATIVA

Texto: Rusé Martín Galano
Fotografías: Google images

 

La Medicina integrativa reúne todas aquellas fortalezas y beneficios de la medicina convencional, (medicina basada en la ciencia y sus avances científicos y tecnológicos), y de la medicina natural (distintas medicinas complementarias y ancestrales), para la efectiva cura del paciente.

Medicina convencional cartesianaEsta práctica, se enfoca en promover y restablecer el equilibrio saludable del organismo, visto desde una perspectiva global: fisiológico, psicológicos, nutricionales y sociales. Es importante destacar que la enfermedad, en muchas ocasiones, aparece como consecuencia de malos hábitos alimenticios y conductuales, que provocan un debilitamiento de nuestro sistema inmune.

Private Wall Magazine, entrevistó a una especialista consagrada en esta práctica: La Dra Isabel Belaustegui, española, residenciada en Madrid, licenciada en Medicina y Cirugía, especialista en Anatomía Patológica. Belaustegui, tiene un Máster en Terapia Neural y Odontología Neurofocal. Es experta en nutrición. Desempeña su trabajo de Medicina Integrativa en consulta privada y es co-fundadora de VidaPotencial, plataforma educativa y de divulgación en salud, nutrición y longevidad.

Rusé Martín Galano (RMG): Usted se define a sí misma como un médico del Siglo XXI, aun cuando tiene una formación en medicina tradicional. Según indica, “… el viejo paradigma en medicina (conocimientos basados en la ciencia cartesiana y una incompleta relación lineal causa/efecto), separaba la mente del cuerpo y daba una visión parcial del ser humano… “ ¿Podría explicarnos?

Dra. Isabel Belaustegui

Dra. Isabel Belaustegui.

Dra. Isabel Belaustegui (IB): Hola. ¡Gracias por invitarme a esta entrevistaEn medicina estamos acostumbrados a la visión fragmentada y especializada de las enfermedades, y a pensar en nuestra salud por partes. Por eso, cuando nos molesta algo, vamos al especialista correspondiente. Lo vemos como algo normal… pero no es natural. A lo que me refiero con esa frase es a que ésta es una visión sesgada de la naturaleza que se origina en unos principios antiguos, en concreto en la teoría cartesiana del siglo XVII por la que podemos fragmentar la naturaleza (en general, y la humana en particular) para comprenderla y tratarla por partes, como si fuéramos una máquina cuyas piezas se estropean. Desde ese punto de vista, bastará con identificar la pieza alterada y sustituirla por otra o eliminarla por completo.

En parte fue un acierto, pues esa fragmentación de la naturaleza nos permitió simplificar y comprender la realidad. E impulsó grandes avances en ciencia. El problema es que se nos olvidó el siguiente paso: volver a unir las piezas para componer el puzzle (rompecabezas) completo.

En las escuelas de medicina se nos enseñó la ciencia de ese modo. Pero la naturaleza en general y el ser humano en particular, no funcionan como objetos mecánicos que se rompen. Todas las partes están relacionadas entre sí y se afectan unas a otras. El todo es más que la suma de las partes. Puzzle Cuerpo humanoPor eso debemos hacer un cambio de paradigma hacia una medicina del siglo XXI que comprenda que el cuerpo, la mente y las emociones no pueden desligarse y deben ser atendidas en todo su conjunto para poder ayudar a recuperar la salud y el bienestar de las personas.

RMG: Según señala, usted tomó el camino de la Medicina Integrativa como “un proceso natural personal”, llevado por la curiosidad de saber “qué formas de medicina eran eficaces fuera del ámbito tradicional”. Descubrió, a través de la nutrición y de la Medicina Tradicional China, “cómo una buena alimentación puede curar y prevenir la enfermedad. “ Esto representó para usted un hecho significativo que le ha permitido aplicarlo, no sólo en sí misma, sino también en sus pacientes. ¿Qué es la medicina Integrativa y cómo la aplica? ¿Explíquenos por qué trabaja conjuntamente con la medicina tradicional y la medicina alternativa?

Dra. IB: La medicina integrativa es una nueva manera de hacer medicina en occidente que integra (de ahí su nombre) los conocimientos de nuestra medicina convencional con los de las terapias complementarias.

Surgió en Estados Unidos a comienzos del 2.000, cuando se observó un cambio de hábitos de consumo en el ámbito de la salud: las personas con problemas de salud recurrían más a las técnicas complementarias y alternativas que a las consultas de medicina convencional. Vieron que era debido a que esas opciones eran más afines a los principios y valores de las personas enfermas. La medicina convencional se dio cuenta de que era necesario adaptarse a la realidad y, en lugar de enfrentarse a ello, decidió ampliar sus propios recursos incluyendo lo mejor de estas terapias y estableciendo parámetros de calidad que garantizaran la buena praxis.

Medicina IntegrativaLa medicina integrativa se caracteriza porque tiene un enfoque más global que la clásica medicina convencional, integra las distintas parcelas de la persona teniendo en cuenta el componente físico, mental y emocional en su salud, va a la causa de la enfermedad en vez de quedarse en el alivio de los síntomas, y otorga un papel más activo del paciente en su propia recuperación. Deja atrás el paternalismo de la medicina del viejo paradigma y se refuerza una relación de colaboración responsable entre el médico y el paciente.

En mi caso, experimenté una gran apertura en el horizonte de mi práctica médica cuando descubrí el poder de la alimentación y los hábitos de vida como medicina. Por eso, en mi consulta combino mi formación ortodoxa como médico y patóloga con la de la nutrición y la suplementación nutricional, el lifestyle, la meditación, la coherencia cardiaca, la terapia neural, y todo lo que sigo aprendiendo día a día. Considero que es la manera más completa y global de hacer medicina y más respetuosa para la persona que acude en busca de ayuda. Personalmente me siento más cómoda trabajando así. Es como si desde mis años de estudiante hubiera estado esperando encontrar un modelo médico de este tipo y por fin ha llegado.

MeditacionRMG: Usted indica que una persona puede colapsar si no es consciente de vivir a través de su propia naturaleza, de entender que necesita un cambio de rumbo. De hecho, a usted le costó años “aprender a vivir mejor”. Tuvo que conocer ya de adulto, el “verdadero valor de la alimentación”, así como la importancia de la actividad física, del entorno que la rodea, del descanso, de la meditación, de la gestión emocional. Es decir, la estructura en la que se sostiene la salud. ¿Cómo llegó a este punto de concientización y de reflexión? ¿Qué ventajas y aportes ha tenido desde entonces?

Dra. IB: Llegué por pura necesidad y, supongo, buena suerte. Siempre había tenido la idea de que la alimentación y el estilo de vida desempeñaban un papel primordial en nuestra salud. Pero yo misma caía en dejar a un lado la necesidad de cuidarme en pos de los estudios, el trabajo, la investigación, estar pendiente de otras personas… hasta que llegó un momento en que mi cuerpo dijo “no puedo más”. Empezó a dar señales de que las cosas no iban bien y decidí que era momento de darme la prioridad. Tras años de excesivo esfuerzo, sacrificio, pasar mucho tiempo en ambientes cerrados, hacer muy poco deporte, sacrificar horas de dormir para seguir rindiendo… de tirar de la cuerda más allá de su resistencia, la cuerda se rompió.

Fue uno de esos momentos de encontrarse “en la cornisa”, vulnerable y asustado por el vacío que queda bajo tus pies. Muchas personas experimentan esto en momentos cruciales de la vida, como puede ser el diagnóstico de una enfermedad grave o una crisis profunda en sus relaciones personales. Afortunadamente no era mi caso pero sentía que algo importante debía resolver.

COMIDA SANAPara mí fue un punto de inflexión. Decidí parar todo y dedicarme a mi cuidado y mi bienestar. Me tocaba ser mi mejor paciente. Aprendí a cuidar mi alimentación como manera de recuperación, a descansar sin esa sensación tan incómoda de que es una pérdida de recursos, a pasar más tiempo al aire libre, a hacer actividad física de manera regular y a disfrutar de los pequeños placeres de la vida.

Me ayudó, sin duda. ¡Lo que nunca imaginé fue que me traería hasta aquí! Una vez recuperada, quise saber más y descubrí todo un mundo de conocimiento. Como médico, me cambió los esquemas y me impulsó a hacer mi propio ajuste de paradigma. Creo que realmente fue un momento importante pues supuso un gran beneficio individual y, con los años, un beneficio también para la sociedad: se inició un camino profesional con el que puedo contribuir a que las personas mejoren su calidad de vida.

Los Lectores Preguntan

En esta parte de la entrevista, algunos de nuestros lectores, profesionales en diversas áreas, que viven en diferentes países latinoamericanos, enviaron algunas preguntas a la Dra Belaustegui:

¡Saludos cordiales a todos y muchas gracias por sus preguntas!

Yolanda González (Economista – Chile)

YG: Apreciada Dra Belaustegui, he leído sobre su trabajo y me gustaría saber un poco más sobre los mitos de las dietas a los que usted hace referencia. ¡Muchas Gracias!

Dra. IB: Con “los mitos de la alimentación” me refiero a esas ideas establecidas como principios fundamentales, inamovibles, casi dogmas, que uno ni siquiera debe cuestionarse.

alimentacion saludableResulta que esos mitos en la alimentación han mostrado estar relacionados con la epidemia de sobrepeso, diabetes, cáncer, demencia y otras enfermedades graves que estamos padeciendo en la actualidad. Por ejemplo, basar la dieta en el pan, la leche y el azúcar (la base de la clásica pirámide nutricional), evitar las grasas, que si no tomas leche no tendrás calcio, que lo importante son las calorías (¡pero el peso y la salud no echan cuentas!) sin importar la calidad del alimento (¡como si valiese lo mismo comerse un donut que un plato de pescado azul con ensalada!), que hacer ejercicio solo importa para quemar los excesos, que hay que comer 5 veces al día, que se pueden beber refrescos a diario, que hay una dieta milagro…

En nutrición más que en otras disciplinas hay que personalizar al máximo las recomendaciones. No hay una dieta para todos: hay una manera de comer (y vivir) para cada uno. Y una necesidad mayor que nunca de revisar los principios y actualizar la información.

Henry Aristegui (Ingeniero Eléctrico – México)

HA: ¡Hola, Dra Isabel! A medida que vamos avanzando de edad, el organismo va cambiando. Imagino que una dieta ideal, debería adaptarse a esos cambios. ¿Es así? ¡Gracias!

Dra. IB: Sí, así es. La dieta es una herramienta muy útil para optimizar la condición física, mental y emocional y se puede adaptar a cada etapa de la vida según las características propias de cada una.

actividad fisicaPor ejemplo, para mantenernos en óptimas condiciones a medida que cumplimos años es recomendable seguir una alimentación natural y variada, rica en verduras antioxidantes, ácidos grasos esenciales para el cerebro y el sistema cardiovascular (por ejemplo, procedentes del pescado azul, el aguacate, los frutos secos y las semillas), elegir proteínas de buena calidad, evitar el trigo, el azúcar y los edulcorantes para reducir las probabilidades de alzheimer, reducir la cantidad de los alimentos concentrados y salados (como embutidos, quesos curados, exceso de huevos o de sal) o reducir las solanáceas (tomate, patata, pimiento y berenjena). Y respecto al estilo de vida, es especialmente importante la exposición al sol para mantener niveles saludables de vitamina D y de melatonina, reguladora del sueño, y hacer actividad física del tipo de ejercicios de fuerza para proteger los huesos.

Algo que también se ha visto esencial en esta etapa de la vida es mantener los vínculos sociales y la ilusión: quedar con amigos, formar parte de algún grupo de aficiones, hacer alguna actividad nueva o que nos motive, algo divertido… porque los niveles de dopamina decrecen con la edad y cuando el cerebro percibe algo nuevo o ilusionante aumenta la producción de esta sustancia, lo cual intensifica la plena sensación de vivir.

Vida socialWladimir Fernández (Arquitecto-Argentina)

WF: Mucho gusto, Dra Belaustegui! En mi país, se consume gran variedad de productos lácteos, así como harina de trigo y azúcar refinada. Yo mismo consumo mucho estos productos y me considero una persona sana. Estoy en la década de los ´50. Sin embargo, quisiera saber ¿por qué son contraproducentes estos tres productos para la salud? ¡Gracias!

Dra. IB: Esos “tres blancos” son de los alimentos más dañinos que existen en nuestra alimentación occidental.

Como siempre en nutrición, es necesario personalizar y considerar todos los detalles, como la procedencia, el procesado o la calidad del alimento, aparte de las condiciones de salud de la persona que los va a consumir. Pero en general, estos alimentos dañan la salud intestinal, favorecen la inflamación, el desarrollo del cáncer, los procesos degenerativos como el alzheimer, el aumento de peso, la resistencia a la insulina y la diabetes, por mencionar solo los más graves… Es un tema muy importante sobre el que podrá encontrar mucha información ya en redes sociales y en libros o artículos científicos.

Yo personalmente hablo de ello con relativa frecuencia porque a todos estos efectos perjudiciales se suma el hecho de que son de los alimentos más consumidos en nuestro entorno, con el impacto sanitario y de calidad de vida que esto conlleva.

Si solo pudiera o quisiera hacer un cambio en su vida, le recomendaría que fuera sacar de su despensa estos tres blancos.

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Azucar, trigo, leche: los tres blancos.

Sonia Restrepo (Farmaceuta-Colombia)

SR: Estimada, Dra Isabel, ¿cuáles son los tres pilares de la salud a los que usted hace referencia? ¡Muchas Gracias!

Dra. IB: Dieta, ejercicio y descanso. ¡Tan sencillo como eso! Y tan difícil de seguir en muchas ocasiones…

Por dieta me refiero a comer como uno necesita según sus características y su momento vital; por ejercicio, a mantenerse activo y preferiblemente al aire libre; por descanso, a dormir el número de horas necesario y que sea un descanso de calidad, sin aparatos electrónicos encendidos, luces, ruidos, ambientes cargados, etc. y a apaciguar la mente con alguna técnica de relajación, respiración o meditación.

Ejercicio y saludAunque va más allá de la salud de la persona, añadiría una cuarta pata a esta “silla” de la salud. Es algo que trasciende lo individual y sin embargo tiene una repercusión muy significativa en la salud y la felicidad de cada uno. Es la esfera social: cultivar buenas relaciones personales, respeto, cariño, colaboración y vínculos de amor.

María Eugenia Machado (Psicólogo-Venezuela)

MEM: ¡Mucho gusto, Dra Belaustegui! Me llama la atención la “Teoría sobre El Metro Cuadrado”. ¿Cómo aplicarla y no desfallecer en el intento, en un país cuya sociedad, que somos nosotros, está en crisis? ¡Gracias!

Dra. IB: ¡Precisamente con más ganas todavía!

Mente y cuerpoLa crisis de la sociedad es la crisis del individuo. La sociedad no es un ente abstracto: es la suma de cada uno de nosotros. Si cada uno se ocupa por mejorar en sí mismo a través de esos pilares de la dieta, el ejercicio, el descanso y la relación cuerpo-mente, estará más relajado, más sano, feliz, en paz, funcionará mejor en el trabajo y se relacionará mejor con los suyos. Entonces surgirá un efecto maravilloso: empezará a contagiar a las personas de su alrededor. Quienes han hecho un cambio de este tipo ya saben de qué hablo.

Tenemos un tipo de neuronas especiales en el cerebro, las llamadasneuronas espejo”, que se activan cuando vemos a otros hacer algo que deseamos para nosotros o que nos seduce. Con tu ejemplo otros empiezan a animarse a hacer lo mismo porque ellos también quieren verse mejor, más guapos, más sanos… y están comprobado, gracias a ti, que es posible. Y a su vez, con su cambio, empiezan a contagiar a los de su propio entorno. Y así, en un efecto dominó, acabamos formando un grupo cada vez mayor de personas inspiradas por y para su salud. Y acabamos constituyendo una sociedad mejor. Una sociedad más sana y feliz es posible.

Dra. Isabel Belaustegui.La Dra. Isabel Belaustegui, dicta charlas, seminarios, talleres y cursos a nivel empresarial, sobre alimentación y cómo ésta bien llevada, nos empodera y nos hace ser dueños de nuestra salud.

Para mayor información: https://isabelbelaustegui.com/nutricion-para-empresas/