BILL GATES

PRESENTA UN PLAN PARA SALVAR EL PLANETA

 

Texto: Penguin Random House – Grupo Editorial – Plaza & Janés
Fotografía: Cortesía PRH

 

En el libro, Cómo evitar un desastre climático, Bill Gates presenta un plan en el que expone qué opciones tenemos para detener el rumbo del planeta hacia un desastre ambiental irreversible. El único camino: reducir a cero las emisiones de gases de efecto invernadero cuanto antes. 

 

Portada del libro: Cómo evitar un desastre climatico.

 

Se trata de una tarea colosal pero no imposible, según el autor. Después de dedicar una década a investigar el cambio climático, el ingeniero ofrece soluciones específicas para conseguir que las actividades humanas cuyas emisiones calientan el planeta (cómo fabricamos cosas, cómo nos conectamos, cómo nos desplazarnos, cómo cultivamos y criamos y cómo nos calentarnos) sean neutras en carbono.

Como buen tecnófilo, el fundador de Microsoft apuesta fuertemente por la innovación tecnológica. A lo largo del texto, Gates detalla los campos en los que los avances ya existentes ayudan a reducir las emisiones, dónde son necesarias nuevas herramientas y da ejemplos de aquellas tecnologías en desarrollo en las que tiene más esperanzas. También plantea el uso de energía nuclear como complementaria a la solar y a la eólica como forma de obtener suficiente energía limpia para abastecer al planeta. Aunque descarbonizar todos los sectores de la economía supondrá un esfuerzo enorme, Gates considera que es un reto alcanzable. Según él mismo aclara en el texto: «No se trata de un optimismo iluso».

«Escribí este libro porque creo que prevenir un desastre climático es uno de los mayores desafíos a los que nos enfrentamos hoy en día. Tras haber estudiado el problema y haber invertido en empresas de energía limpia durante más de una década, creo que podemos evitar las peores consecuencias del cambio climático. El mundo es perfectamente consciente del problema y se están fijando objetivos muy ambiciosos para solucionarlo. Lo que necesitamos es un plan para alcanzar estos objetivos. Un plan que tenga en cuenta todas las complejidades y las encare»

«En este libro intento reducir la complejidad explicando la ciencia de una manera clara. Para ello propongo un plan con todo lo que debemos hacer durante la próxima década y sugiero los pasos que todos podemos seguir para lograrlo. Tengo la esperanza de que este libro ayude a fomentar el debate y motive la acción. Lo que está en juego no podría ser más importante
Bill Gates

 

Bill Gates. (C) Cortesía del autor.

Bill Gates. (C) Cortesía del autor.

 

Sinopsis del Libro – Comentarios de Bill Gates

  1. Por qué cero.

Antes de detallar qué hacer, desde la primera página Gates insiste en dos cifras: cero y 51.000 millones. La segunda son las toneladas de gases de efecto invernadero que se arrojan cada año a la atmósfera. La primera, el único objetivo posible para que la Tierra siga siendo un lugar habitable. Estos gases atrapan el calor y provocan el aumento de la temperatura media terrestre. A más gases, más calor y más dificultad para la supervivencia humana. Como los gases permanecen en la atmósfera mucho tiempo, el fundador de Microsoft sostiene que, además de dejar de añadir gases, en algún momento habrá que eliminar parte de los que ya hemos emitido. ¿Cómo? Ya hay un invento para esta tarea. Se llama «captura directa de aire» o DAC, una tecnología por ahora poco probada y cara, pero que, según Gates, será «fundamental» para llegar a la meta de cero.

«Si queremos tener alguna posibilidad de prevenir el desastre, los mayores emisores del mundo —los países más ricos— tendrán que alcanzar las emisiones netas nulas antes de 2050. Los países de renta media deberán cumplir el mismo objetivo poco después, y finalmente el resto del mundo habrá de seguir su ejemplo
Bill Gates

 

  1. Lo que sabemos y lo que no.

La temperatura ya ha aumentado al menos un grado desde la era preindustrial y, de no reducir las emisiones que la actividad humana provoca, probablemente subirá entre un grado y medio y tres para 2050, y de entre cuatro y ocho grados para finales de siglo. ¿Qué supondría esto? Gates apunta que los científicos reconocen que hay cierta incertidumbre sobre cuánto y con qué rapidez subirá la temperatura y qué efecto tendrá esa subida, ya que el clima es un sistema muy complejo. Aun así, si no llegamos a cero emisiones, también son muchas las consecuencias que estos afirman con certeza que ocurrirán. Entre otras: habrá más días tórridos, las tormentas serán más violentas, los incendios forestales serán más frecuentes y destructivos, surgirán casos de malaria en sitios donde antes nunca se habían dado, las sequías harán que millones de personas no puedan producir alimentos para subsistir y se generarán migraciones masivas.

 

«En otras palabras, para el año 2050 el cambio climático podría resultar tan mortífero como el nuevo coronavirus, y para 2100, cinco veces más mortífero
Bill Gates

 

En una granja de Kenia, en 2009. (c) Bill & Melinda Gates Foundation. Frederic Courbet.

En una granja de Kenia, en 2009. (c) Bill & Melinda Gates Foundation. Frederic Courbet.

 

  1. Qué desafíos enfrentamos.

El fundador de Microsoft señala que, para atajar el cambio climático, hay que superar una serie de obstáculos. El primero: abandonar los combustibles fósiles. Sin embargo, prescindir de ellos no es posible de la noche a la mañana ya que están por todas partes, son muy baratos (no reflejan los daños que ocasionan), abundantes y fáciles de transportar. Un dato ilustrativo: dos tercios de la electricidad generada en el mundo proviene de los combustibles fósiles.

A esto hay que sumar que la calidad de vida en el mundo está mejorando, la gente vive más años y mejor. Esto significa que el consumo de energía por persona aumentará y, en consecuencia, también lo harán las emisiones. Al mismo tiempo, la población mundial también crece, por lo que la ecuación se complica.

Aun así, Gates señala que no se puede negar a los más desfavorecidos la oportunidad de tener una vida próspera y que, además, ellos son los que menos han contribuido al cambio climático. Por tanto, su plan pasa por lograr que las personas más pobres mejoren su calidad de vida y que las de los países de rentas altas mantengan su estilo de vida actual, pero sin empeorar el calentamiento global. En otras palabras: hay que llegar a cero emisiones generando más energía que ahora, pero sin añadir carbono a la atmósfera.

Otro factor en nuestra contra es que las transiciones energéticas llevan mucho tiempo. De ahí que, según el ingeniero, tengamos que «forzar la marcha para llevar a cabo una transición anormalmente rápida». Este retardo viene agravado por el hecho de que las políticas gubernamentales de muchos países, entre ellos Estados Unidos, no son aún las adecuadas para alcanzar la meta del cero.

«En resumen: tenemos por delante una tarea titánica que no hemos acometido antes, y debemos realizarla con mucha mayor rapidez que otros procesos parecidos que hemos llevado a cabo. Para ello, necesitaremos multitud de avances en ciencia y en ingeniería. Tenemos que construir un consenso que no existe e instaurar políticas públicas para impulsar una transición que de otro modo jamás se produciría
Bill Gates

 

4.- Podemos conseguirlo.

Los coches o la electricidad reciben mucha atención cuando se habla de actividades que emiten gases de efecto invernadero, pero son solo la punta del iceberg. La actividad que más contamina es la fabricación de materiales (cemento, acero, plástico), que representa un 31 % de los 51.000 millones de toneladas emitidas al año. El consumo de electricidad supone un 27 % mientras que los desplazamientos (coches, aviones, camiones) son un 16 %. Cultivar y criar productos para alimentarnos representa el 19% y calentar y enfriar nuestras casas y oficinas, el 7 %. Para llegar a cero emisiones, estas cinco actividades tienen que ser neutras en carbono. ¿Cómo? Gates señala que hay soluciones que ya existen y que debemos implementar a gran escala, pero también faltan por desarrollar muchas innovaciones que habrá que difundir en pocas décadas.

Ahora bien, llevar a cabo la mastodóntica tarea de abandonar las tecnologías «sucias» por otras libres de carbono tiene un coste. La mayoría de las soluciones verdes son más caras que sus equivalentes basadas en combustibles fósiles. Esto es lo que Gates llama «prima verde». No existe una sola, hay muchas: para los carburantes, para la electricidad, etcétera. No obstante, en casos puntuales la prima verde puede ser negativa, lo que significa que una tecnología verde resulta más barata que la que se nutre de combustibles fósiles, pero no es lo habitual. Si lo fuera, habría herramientas limpias por todas partes.

Lo más importante de calcular las primas verdes es que nos ayuda a tomar decisiones. Por un lado, a implementar ya las soluciones neutras en carbono con prima verde baja o nula. Por otro, a orientar el gasto en innovación y desarrollo en bajar el precio de aquellas que sean demasiado altas.

 

El objetivo: conseguir que las primas verdes sean tan bajas que permitan la descarbonización a todo el mundo, no solo a los estadounidenses y europeos.

 

Este concepto de prima verde vertebra toda la obra de Gates, y la aplica a todas las actividades que tienen que conseguir llegar a cero emisiones. Por ejemplo, para descarbonizar la aviación la mejor alternativa son los biocombustibles, pero aún resultan bastante caros. El precio medio del combustible de aviación en Estados Unidos es de 0,58 dólares por litro. En cambio, los biocombustibles avanzados para aviones rondan los 1,41 dólares por litro, lo que supone una prima verde de más del 140 %. Lo que nos indica este porcentaje, según el fundador de Microsoft, es que habrá que buscar las fórmulas para rebajar la prima en este caso, y Gates señala algunas empresas e investigadores que ya barajan diferentes fórmulas basadas en hidrógeno. «Cuanto más investiguemos, más oportunidades crearemos para la consecución de avances importantes», insiste.

Otro caso: la cría de animales para la alimentación es una importante fuente de gases contaminantes. A medida que aumenta la población mundial y el nivel adquisitivo, también lo hace el consumo de carne (en China, por ejemplo, la demanda crece con rapidez). Esto nos lleva a hablar de los eructos de las vacas. En el mundo hay, aproximadamente, mil millones de cabezas de ganado. Al digerir la hierba que comen, estos animales producen metano y lo van expulsando en forma de pedos y eructos. El metano que expulsan al año tiene el mismo impacto que 2.000 millones de toneladas de dióxido de carbono, lo que supone cerca del 4 % de las emisiones globales.

¿Qué se puede hacer? Más allá del veganismo, Gates plantea la opción de la carne vegetal (por ejemplo Beyond Meat o Impossible Foods), como una alternativa menos contaminante. Pero esta opción aún acarrea una prima verde elevada. El sucedáneo cuesta un 86 % más que la carne de verdad. El ingeniero confía en que lleguen a ser más baratas que la carne animal a medida que aumente la demanda y se diversifique la oferta. Aun así persiste una gran incógnita: ¿gustará la carne vegetal lo suficiente a los consumidores como para que la elijan por encima de la de animal?

 

Bill Gates. De visita en la central de distribución de fertilizante en Dar es-Salaam, Tanzania, 2018. (C) Gates Notes, LLC.

De visita en la central de distribución de fertilizante en Dar es-Salaam, Tanzania, 2018. (C) Gates Notes, LLC.

 

  1. Lo que cada uno puede hacer.

Gates señala que, a título individual, como ciudadanos y consumidores, todos podemos mejorar las cosas. Por ejemplo, al conducir coches eléctricos o comer hamburguesas vegetales le estamos diciendo al mercado que queremos alternativas neutras en carbono y que estamos dispuestos a asumir un mayor coste. De esta forma, las empresas dedicarán más dinero y tiempo en fabricar productos bajos en emisiones. Sin este mensaje de la demanda, las innovaciones en las que invierten los gobiernos y las compañías jamás saldrán al mercado, o ni siquiera llegarán a desarrollarse.

Pero para solucionar el desastre climático son necesarios cambios de mayor envergadura, como implementar un nuevo sistema energético, algo que requiere políticas gubernamentales. Aquí es donde entran en juego los electores, que con su voz y con su voto pueden exigir a los cargos públicos medidas concretas contra el cambio climático. Ya hay millones de estudiantes de todo el mundo reclamando medidas. Gates señala que ahora hay que convertir esas reclamaciones en una presión que empuje a los políticos a «tomar las decisiones difíciles». Hacer llamadas, escribir cartas o asistir a los plenos municipales son algunas ideas para conseguir que los gobernantes le den al cambio climático la relevancia que merece.

«Soy optimista porque sé lo que la tecnología y la gente son capaces de conseguir. Me llena de esperanza el entusiasmo que veo, sobre todo entre los jóvenes, por resolver este problema. Si no perdemos de vista nuestra gran meta —llegar al cero— y trazamos planes rigurosos para alcanzarla, lograremos evitar un desastre. Está en nuestra mano conseguir que el clima sea soportable para todos, ayudar a cientos de millones de personas de bajos recursos a aprovechar la vida al máximo y conservar el planeta para las generaciones futuras
Bill Gates

 

  1. Lo que podemos aprender de la COVID-19.

A pesar de la fuerte ralentización de la actividad económica por la pandemia de la COVID-19, las emisiones solo han descendido ligeramente en 2020, en torno a un 5 %. O sea, que para alcanzar la meta del cero no basta con dejar de coger el avión o el coche, es necesario algo más. Una pista: ambas crisis, la pandémica y la climática, son globales y no se pueden atajar si un país hace mucho y otros, nada. La solución debe ser coordinada y eso exige una cooperación de todos. Sorprendentemente, 2020 también dejó nuevos motivos de esperanza según Gates: China se fijó la meta de alcanzar la neutralidad de carbono antes del 2060 y Joe Biden fue elegido presidente de Estado Unidos.

 

«Cuando gobiernos, investigadores y empresas farmacéuticas han trabajado hombro con hombro contra la COVID-19, el mundo ha realizado avances extraordinarios, como por ejemplo el desarrollo y el ensayo de vacunas en un tiempo récord (…) Lo mismo ocurre con el cambio climático. Si los países ricos solo se preocupan de reducir sus propias emisiones sin tener en cuenta que las tecnologías limpias deben ser viables para todos, nunca llegaremos al cero. En este sentido, ayudar a los demás no es solo un acto de altruismo, sino también algo que nos conviene.»
Bill Gates

 

El cambio climático en cifras

Emisiones: Emitimos unos 51.000 millones de toneladas de gases de efecto invernadero al año. La meta es llegar a cero. En 2020, con la crisis del coronavirus, solo se redujeron un 5 %, o sea que emitimos entre 48.000 millones y 49.000 millones de tonela- das de carbono.

Temperatura: La temperatura media mundial ha subido un grado desde la era preindustrial. Si seguimos emitiendo gases como hasta ahora, el aumento será de entre uno y medio y tres grados para 2050.

Nivel del mar: El aumento medio del nivel del mar será de más de un metro para el año 2100.

Migraciones: Las solicitudes de asilo para la Unión Europea, incluso con un calentamiento moderado, podrían aumentar en un 28 %, hasta 450.000 al año, antes de final de siglo.

Mortalidad: De seguir emitiendo gases de efecto invernadero como hasta ahora, el cambio climático podría resultar tan mortífero como el nuevo coronavirus para el año 2050, y cinco veces más para 2100.

 

EL AUTOR

BILL GATES, es un experto en tecnología, líder empresarial y filántropo. En 1975, fundó Microsoft junto a su amigo de la infancia Paul Allen y, en la actualidad, copreside con su esposa la Fundación Bill & Melinda Gates. También creó Breakthrough Energy, una iniciativa para la comercialización de energías limpias y tecnologías relacionadas con el medio ambiente. Melinda y Gates tienen tres hijos y viven en Medina, Washington.

 

Fuente: Penguin Random House Grupo Editorial – División Plaza & Janés